Calp tiene un filón con los Banys de la Reina. El yacimiento romano tira del turismo cultural. El martes se iniciaron las visitas guiadas que organiza el ayuntamiento en julio y agosto. Unas 50 personas se enrolaron en ese primer recorrido por el excepcional yacimiento, uno de los más importantes de la Hispania romana. Las visitas son gratuitas y las conduce la arqueóloga Alicia Luján, que se sabe al dedillo la historia de Banys de la Reina.

La primera visita contó con turistas españoles, que son ahora mismo los mayoritarios en Calp. Les maravillaron los dos elementos estrella del yacimiento, los mosaicos de opus tessellatum y opus sectile (el circular es excepcional) y la noria que introducía el agua del mar en la piscifactoría de garum.

Los Banys de la Reina son uno de los conjuntos arqueológicos en su categoría más relevantes de la Hispania romana. Data de finales del siglo II de nuestra era. Estuvo activo hasta el VII. Lo forman una agrupación de suntuosas villas romanas, de las que destaca su diseño arquitectónico y sus mosaicos, formados por teselas en blanco y negro y mármoles originarios de lugares lejanos. Está situado junto al mar y recibe su nombre por unas balsas talladas en la roca que se utilizaban como piscifactoría.