Los vecinos de Benigembla, un tranquilo pueblo de algo más de 400 habitantes, todavía no se han recuperado del susto. Poco antes de las 5 de la mañana del sábado, dos ladrones asaltaron un bar situado en pleno corazón del municipio. Y no lo hicieron con sigilo. Con una maza reventaron la reja de la ventana. Los golpetazos despertaron al dueño del establecimiento que reside con su mujer y sus dos hijos pequeños en el piso de arriba del negocio. Era todavía noche cerrada. También otros vecinos se despertaron sobresaltados. Pero los ladrones, que iban encapuchados y habían cortado el alumbrado público de la plaza, siguieron a lo suyo. Rompieron la ventana y uno de ellos se coló en el bar y reventó y desvalijó una máquina tragaperras.

El dueño del bar salió al balcón y sorprendió al otro ladrón, que esperaba fuera. Le lanzó dos macetas. Una le rozó. Los ladrones, ya descubiertos, huyeron a escape. El que había entrado en el negocio llevaba una linterna frontal en la cabeza. El otro iba armado con una escopeta.

Dos vecinos británicos, que se despertaron también por el ruido de los mazazos, bajaron a la calle y empezaron a perseguir a los dos encapuchados. El que llevaba la escopeta encañonó a uno de estos residentes y le espetó en inglés: «Si te acercas, te mato».

Los ladrones, que según la descripción de sus perseguidores, tendrían poco más de 20 años, escaparon a pie por el parque que está junto a la plaza y que baja al río. Los vecinos que iban tras ellos presumen que luego siguieron hacia la zona de la piscina. Allí debían tener el coche, en el que huyeron por la carretera CV-720, que lleva a Parcent o a Castell de Castells.

El bar cuenta con alarma, que se disparó, así como con cámaras de seguridad. Las imágenes de los ladrones ya las tiene la Guardia Civil de Benissa. La patrulla llegó a la media hora de producirse el robo. El dueño del bar está convencido de que los ladrones al verse sorprendidos por él mismo y por los vecinos que salieron a la calle y los persiguieron tuvieron que huir sin llevarse todo el botín que pretendían. No reventaron la otra máquina tragaperras que tiene el local y tampoco la caja registradora. Al huir, dejaron un reguero de monedas. El propietario del bar destacó ayer la solidaridad y el valor de los vecinos.

La Guardia Civil de Benissa se ha hecho cargo de la investigación. No es la primera vez que un negocio de un pueblo del interior de la Marina Alta, que quedan a bastante distancia de los cuarteles de la Benemérita (el más cercano a Benigembla es el de Xaló), sufre un aparatoso robo. Suelen ser asaltos exprés en los que los ladrones buscan dinero en efectivo. No dudan en causar un gran estropicio para colarse en los locales. Son robos que causan una gran alarma social.