Xàbia tiene un tesoro en sus fondos marinos. Y ya hay un estudio científico que lo acredita. Francisco Torner y Alejo Muruaga, de la Fundació Oceanogràfic, y el alcalde xabienc, José Chulvi, han presentado esta mañana el "Projecte Xàbia", pionero en la investigación de la biodiversidad marina y que, a partir de ahora, será una herramienta fundamental para "monitorizar" la evolución de la posidonia oceánica y de las comunidades marinas. El diagnóstico es excelente. Los fondos marinos de Xàbia atesoran una "extraordinaria riqueza". Son equiparables a los de Tabarca y les Columbretes. Además, la salud de esos ecosistemas es "buena y muy buena".

Las praderas de Posidonia, un hábitat de primera y que es un excelente bioindicador de la buena conservación de los fondos marinos, presentan en general un estado "muy bueno". Pero no hay que bajar la guardia. El estudio, como ha advertido Torner, detecta un "retroceso" de este hábitat en el litoral de la Cala Blanca y de la Sardinera, que es la ensenada preferida por los navegantes para fondear sus embarcaciones de recreo. Esa "sobrefrecuentación" se traduce en que la Posidonia baje un escalón. Pasa de "muy buena" a "buena". Además, tras el verano, que es la época de fondeo masivo se observa el impacto de las anclas. Hay más cobertura de mata muerta. También se detecta "descalzamientos, necrosis y biomasa de epifitos".

Las 70 boyas de fondeo de la Cala Blanca y la Sardinera se quedan cortas. Pero, como han indicado los responsables de la investigación y también el alcalde, los navegantes están cada vez más concienciados. Se enganchan a las boyas. Si están ocupadas, buscan puntos donde no hay posidonia para soltar el ancla.