Un alud de curiosos ha acudido esta tarde a observar de cerca el ferri de Baleària encallado en la escollera norte del puerto de Dénia. Este dique suele ser un lugar solitario, un punto inhóspito. Sólo lo frecuentan pescadores de caña y deportistas que corren hasta el faro y vuelven. Pero esta tarde decenas de personas desfilaban por el dique. Luego saltaban por las grandes rocas del espigón. La aglomeración se ha disuelto a toda prisa. Sobre las 20 horas ha empezado a jarrear. La lluvia ha provocado que los curiosos se marcharan a la carrera.

Otro peligro era que el temporal golpeaba con fuerza y las olas ya empezaban a saltar por encima del dique.

La policía local ha llegado avisada del gentío que acudía a ver el barco. Los agentes han indicado que Puertos había decidido cerrar la escollera. La medida se ha tomado por el peligro del temporal que cogía cada vez más fuerza y por esa multitud atraída por el barco embarrancado.