Vecinos de la playa de Els Molins de Dénia, cerrada ayer al detectarse bacterias fecales, contactaron ayer con este diario y afirmaron que ese problema de contaminación se veía venir. La playa linda con la desembocadura del río Girona. Allí está la urbanización Torre Almadrava, cuyos residentes han denunciado reiteradamente episodios de contaminación en ese espacio costero-fluvial que debería ser una reserva medioambiental de primera. "En julio, ya llamamos al Seprona. Era evidente que había materia fecal en el río", denuncia Mari Carmen Fernández, vecina de la citada urbanización. "Tomaron fotos. Lo que ha pasado ahora se veía venir. Estos últimos días también habíamos notado ya malos olores".

Esta vecina y otros residentes habituales de la zona aseguran que esos vertidos vienen de la depuradora de Els Poblets, que está unos 500 metros cauce arriba. Aplica el tratamiento secundario (el terciario es el que garantiza la total depuración de las aguas residuales) y vierte al Girona. Los vecinos aseguran que el problema lo conocen "de sobra" los ayuntamientos de Dénia y de Els Poblets, el Seprona y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

"Las 'algas' (posidonia oceánica) son naturales y han estado siempre. Cuando yo era niño, aquí cogíamos clóchinas. Pero esa riqueza natural ha desaparecido y el problema, como sabemos todos los vecinos, son los vertidos de la depuradora", afirmó un propietario de una casa de primera línea de playa.

El Ayuntamiento de Dénia está a la espera de la nueva analítica y confía en que la contaminación desaparezca y durante la mañana de hoy se pueda volver a abrir esta playa de 2,7 kilómetros. La bandera roja se izó ayer a las 13 horas. Los socorristas avisaban de que en el agua se había detectado una "bacteria intestinal".