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Política municipal

"Cumplimos un derecho, el de los vecinos de Dénia a que se les atienda en su lengua"

PSPV y Compromís sacan adelante el requisito de saber valenciano, que se aplicará en las convocatorias de empleo público a partir de julio del próximo año

El alcalde de Dénia, Vicent Grimalt -a la derecha-, ayer en el pleno. a. p. f.

«Los vecinos de Dénia son mayoritariamente de habla valenciana y tienen derecho a que se les atienda en su lengua». El concejal de Personal, Paco Roselló, del PSPV, defendió ayer que al aprobar el pleno el requisito lingüístico, la obligación de que los nuevos trabajadores municipales sepan valenciano, se está cumpliendo «un derecho que tienen nuestros ciudadanos». Destacó que el conocimiento que se va a exigir a los nuevos empleados será proporcional a su calificación laboral. «Los que están trabajando en la calle deberán saber expresarse, tener conocimientos orales, mientras que a los altos funcionarios se les pedirá el nivel 'mitjà'; ¡qué menos que puedan redactar un informe en valenciano!», indicó el concejal.

Roselló también precisó que el consistorio dianense no es el primero que aplica el requisito del valenciano. Dijo que ya lo hacen, entre otros, Gandia, Godella, Ontinyent o Silla.

Mientras, el alcalde, el socialista Vicent Grimalt, advirtió de que si hay una lengua «maltratada» esa es el valenciano. Abogó por avanzar en la justicia lingüística y que en una administración como el ayuntamiento de Dénia se pueda atender «tanto en valenciano como en castellano». «Y no pasa nada», sostuvo Grimalt, que insistió en que los vecinos tienen derecho a que los funcionarios del ayuntamiento les contesten en su lengua, el valenciano.

El requisito lingüístico se aplicará en las convocatorias de empleo público que saque el ayuntamiento a partir del 1 de julio del próximo año. La actual plantilla municipal no tiene la obligación de acreditar conocimientos de valenciano. Eso sí, el alcalde reveló que los trabajadores demuestran un gran interés por aprender valenciano. En el último curso, participaron 60 empleados.

Los socialistas, que gobiernan en Dénia con mayoría absoluta, tuvieron el apoyo de Compromís. Su portavoz, Rafa Carrió, subrayó que «no hay que dar ni un paso atrás» en la defensa del valenciano. «Quien no estima esta lengua, se lo pierde. Para mi es la más bonita del mundo. Nunca debería utilizarse para el odio y el enfrentamiento», afirmó el valencianista, que sentenció que le «tocaba las narices» que la líder del PPCV, Isabel Bonig, dijera que se estaba poniendo en peligro el castellano en la Comunitat Valenciana. «Ojalá hubiera al menos igualdad», dijo Carrió, en referencia a que el valenciano tiene todavía mucho camino que recuperarle a la otra lengua cooficial.

Sin embargo, el requisito lingüístico todavía tiene detractores. Votaron en contra el PP, Ciudananos y Gent de Dénia. La portavoz popular, María Mut, dijo que su partido defiende el valenciano como «seña de identidad, pero no para discriminar». Afirmó que saber esta lengua no debe ser «excluyente» para trabajar en el ayuntamiento. Y advirtió de que la aplicación del requisito es «contraria a derecho». Pidió un informe de viva voz del secretario municipal, pero éste le respondió que «en un segundito» no podía hacerlo.

La portavoz de Ciudadanos, Susana Mut, sostuvo que el valenciano debe ser «un mérito» en la función pública y no un requisito.

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