Antes de conquistar Japón (sí, el cantante de Alcoi realizó una triunfante gira en 1985 en el país del sol naciente), Camilo Sesto estuvo en Xàbia. Acudió al segundo Trofeo Costa Blanca, una gala de promoción turística que aprovechaba el tirón de los personajes más famosos del momento. Tuvo lugar en la discoteca Caracol, un templo ya desaparecido de la noche xabienca. Entonces era alcalde Enrique Bas Espinós. Y asistieron, entre otros, el a la sazón ministro de Turismo, Enrique Barón, el torero Sebastián Palomo Linares, la dramaturga, actriz y escritora, Ana Diosdado, o el periodista Joaquín Arozamena. La gala se celebró en abril de 1985. Camilo Sesto deslumbró. Estaba en la cresta de su popularidad. El Arxiu Municipal de Xàbia guarda las fotografías de un Camilo Sesto simpático, cercano y que irradiaba la luz del éxito. El cantante, fallecido este domingo a los 72 años, se ganó a los xabiencs. Algunos afirman que el artista estaba tan cómodo que incluso se lanzó a cantar a capela uno de sus grandes éxitos.