Feminismo con sal y pimienta y mucha y buena uva (de moscatel de Alejandría, por supuesto). Alere/Dolia, la muestra de enoturismo y gastronomía de Teulada-Moraira, ha maridado perfectamente reivindicación y cocina. El Auditorio, ese gran faro cultural de la Marina Alta, se empapó el sábado de gastronomía del territorio. Es una constante en Alere/Dolia, que desde su primera edición (y ya van nueve) aborda la cocina desde la perspectiva más amplia posible, desde el paisaje, la sostenibilidad, la cultura y la historia. Esta vez la muestra comenzó con un gran montaje audiovisual que se proyectó en el telón del escenario y las paredes laterales. El mar, las viñas, los bancales... la Marina Alta entra por los ojos.

Y luego, con el sentido de la vista bien abierto, llegó el momento de que las chefs María José San Román (una estrella Michelin y dos soles Repsol) y María José Martínez (con un sol Repsol) elaboraran recetas con mucho fondo. Fondo de cocina y fondo de valores. La cocina es más que una celebración. Tiene mensaje. Reivindicaron la cocina cercana, de kilómetro cero, sostenible. "Claro que está el moscatel en nuestros platos. Es un producto maravilloso", dijo San Román antes de meterse en harina (ponerse a cocinar).

Ambas cocinaron con los salazones de "new age" de Alma Marina, la empresa de Toni Pérez, quien las acompañó y explicó la tradición y singularidad de sus productos. Sus salazones reducen la sal. Algunos la eliminan del todo. Pero siguen muy enraizados en la tradición.

Así, estaba la sal (pero con medida) y la pimienta (la excelente exposición sobre el mundo de las especias que exhibe el auditorio). Y llegó el feminismo. San Román, Martínez y también Toni Pérez pertenecen a Mujeres en Gastronomía, un colectivo que reivindica a las cocineras y, de paso, combate un puñado de tópicos. "Odio que digan que una cocina es femenina", expuso María José Martínez. "Las mujeres estamos en la primera división de la gastronomía", advirtió San Román, que pidió visibilidad para las cocineras. "Aportamos talento y somos más del 50 % en este oficio", dijo. "Las mujeres debemos salir al escenario. Las que empiezan ahora deben encontrar referentes".

Las dos cocineras tienen talento a raudales y un discurso muy sólido y que encaja perfectamente en esa filosofía de Alere/Dolia de defender el territorio y la tradición milenaria en la Marina Alta de la uva, el moscatel y el vino.

El maestro heladero Santi Gómez, que este año realizó una cata sensorial con helados que interpretan cuatro vinos de la Marina Alta (les Freses de Jesús Pobre, Joan de la Casa de Benissa, la bodega-cooperativa de Teulada y Gutiérrez de la Vega de Parcent), anunció que en la próxima edición va a arriesgar a tope. Seguirá descifrando el moscatel de Alejandría. "Pero voy a presentar algo excepcional y rompedor".

"Alere/Dolia no es que sea una buena fórmula para difundir la gastronomía, la innovación y la experimentación, es que es la fórmula", remachó este heladero de Xixona.