El temporal está provocanco daños masivos en el Pinar del Río, el ferri de la compañía Baleària que el pasado 16 de agosto encalló en la escollera norte del puerto de Dénia. El patín de estribor de este catamarán de pasajeros botado en 1992 está destrozado. El fuerte oleaje y el choque constante contra las afiladas rocas de esta escollera han rajado esta parte del buque. El casco está destrozado, y los daños también alcanzan a la bodega de carga y a la sala de los pasajeros. El ferri está anegado. Ya es irrecuperable.

La compañía Baleària indicó ayer que lo ha anclado a la escollera y que, tras el temporal evaluará los daños. Son irreversibles. Masivos. La naviera y la empresa Ardentia Marine descartaron reflotarlo y optaron por desmontarlo por secciones. Se les ha echado encima un temporal que, a las bravas, está desguazando el ferri. Los anclajes a la escollera están evitando que el barco se hunda. Si esto ocurriera, se iría a pique en la bocana del puerto y sería desastroso para el tráfico marítimo.

El barco encalló la noche del 16 de agosto. Llevaba 398 pasajeros a bordo. Todos fueron evacuados por Salvamento Marítimo, una patrullera de la Guardia Civil y embarcaciones de Baleària. En el ferri quedaron 70 vehículos de los pasajeros, que días después se sacaron con una gran grúa. Esa singladura del Pinar del Río entre Palma, Ibiza y Dénia y que terminó con el embarrancamiento ha sido ya la última del ferri. Al encallar, el casco ya resultó seriamente dañado. Ahora el temporal ha reventado este catamarán de pasajeros botado en Montevideo en 1992 y que navegaba con bandera de Chipre.