El tornado o manga marina que ha tocado tierra esta madrugada, sobre las 2.30 horas, en la playa del Raset de Dénia ha dibujado una tremenda trayectoria de destrucción. El pabellón de deportes ha quedado arrasado. El alcalde, Vicent Grimalt, ha explicado que, además de caer una pared y parte del techo, hay muchas planchas sueltas y peligrosas. De hecho, se ha cerrado la zona ya que puede desprenderse una de esas placas de metal y los curiosos no hacen más que arrimarse a tomar fotografías.

"¿Qué vamos a hacer ahora? El pabellón, eso es seguro, no se puede arreglar en un mes o dos", ha dicho el munícipe, que junto al concejal de Deportes, Raúl García de la Reina, ha avanzado que contactarán con pueblos próximos (Ondara, Beniarbeig, Pedreguer o Gata) para poder trasladar allí la actividad de las escuelas y los clubes deportivos. Grimalt no ha querido aventurar si el pabellón se reconstruirá o se tirará lo que queda en pie y se construirá uno nuevo. "Deben valorarlo los técnicos", ha dicho, pero ha precisado que él sería partidario de levantarlo de nuevo.

Grimalt también ha explicado que otra infraestructura que ha sufrido graves daños es el Centro de Desarrollo Turístico (CDT) de Dénia. Allí, de momento, tampoco podrá seguir la actividad formativa de los propios alumnos del CDT y de los de hostelería del IES Maria Ibars. El director general de Turismo, Herick Campos, ya le ha trasladado al munícipe que enviará a los técnicos de la conselleria a evaluar los daños.

El alcalde se ha mostrado convencido de que los graves daños que ha dejado esta gota fría en Dénia y en otros pueblos de la Comunitat motivarán que el Estado y el Consell aprueben un decreto de zona catastrófica y habiliten ayudas para la reconstrucción. También ha avanzado que el ayuntamiento ayudará a los afectados por el tornado (ha causado destrozos en un restaurante, en el club de tenis, en viviendas y en fincas de apartamentos) a hacer los trámites de los seguros.