El puente de Triana de Xàbia está cerrado y parece que ya no se volverá a abrir. Por lo menos hasta que el actual sea demolido y construido de nuevo.

Las lluvias de la pasada semana pusieron a prueba una infraestructura, que franquea la desembocadura del río Gorgos, cuyas graves lesiones aparecieron en la riada de 2007, desde entonces, el Ayuntamiento ha trabajado en un proyecto de nuevo puente. Varias riadas después, las lesiones que están en la superficie del mismo en forma de grietas, se abrieron más de lo habitual y el Consistorio como medida de precaución decidió el pasado fin de semana, cerrarlo.

La clausura se hizo definitiva a lo largo de ayer. El departamento de Servicios precintó y reforzó las vallas de seguridad e instaló varios carteles de prohibido el paso.

La empresa, expulsada

La renovación de esta infraestructura es la historia de las dos grandes obras en Xàbia de los últimos años. Empresas constructoras que pujan por unos contratos a un precio y luego, tal y como reconoció el alcalde, José Chulvi, lo «primero que hacen en la primera reunión es pedir más dinero».

El Consistorio hubo de cancelar el contrato por incumplimiento del mismo y tras incautarse de la fianza en los próximos días se volverá a convocar el concurso para contratar la obra.

Lo hará con un procedimiento simplificado de contratación, lo que permitirá agilizar el procedimiento y que otra empresa asuma los trabajos. Tienen un plazo de ejecución de tres meses.

El futuro puente será de un solo vano y eso permitirá que en las futuras riadas, el agua que baja del interior de la comarca por el Gorgos, salga con más fluidez al mar.

Mientras tanto, con el puente cerrado, el Ayuntamiento esperará un informe técnico para ver si es viable abrirlo a peatones y ciclistas.