Al nuevo equipo de gobierno de Teulada (Compromís, PSPV y dos ediles no adscritos) se les vino encima de sopetón la herencia del PP. La alcaldesa, la valencianista Rosa Vila, explicó ayer, en la asamblea ciudadana para rendir cuentas por los primeros cien días de gobierno, que hallaron un ayuntamiento "deficiente y obsoleto", lastrado por la "nula gestión política" de los populares, que llevaban gobernando desde hacía 36 años. El gobierno del cambio entró el 17 de junio y todo fueron urgencias. Ni siquiera estaban contratadas las sillas para el festival de fin de curso escolar que debía celebrarse cuatro días después. Los cajones, según relataron ayer los ediles, estaban repletos de facturas sin pagar. Las partidas de las distintas concejalías estaban agotadas. Y el anterior gobierno, pese a tener mayoría absoluta, no aprobó el presupuesto.

Esa "desastrosa" situación económica (la alcaldesa dijo, eso sí, que el ayuntamiento sí tiene dinero, pero "antes los concejales lo manejaban a su antojo") pasaba factura en el día a día. La compañía de telefonía amenazó con cortar las líneas dado que el consistorio debía dos facturas que subían a 32.652 euros.

"Hoy por hoy no tenemos cuantificadas las facturas que no podemos pagar, pero las vamos a abonar todas", dijo la alcaldesa, que avanzó que también aprobarán antes de acabar el año el presupuesto. Afirmó que, de momento, han podido liberar casi 800.000 euros para atender una de las urgencias inaplazables: comprar tres nuevos camiones de recogida de basura para la empresa municipal Teumo, cuya flota está casi para el desguace.

Todos los ediles desgranaron los problemas con los que se han topado. La responsable de la Policía Local, María José Vidal, expuso que halló una plantilla "frustrada y desilusionada". Siete agentes estaban de baja. "Ya han vuelto seis a sus puestos de trabajo".

Mientras, el edil socialista Héctor Morales, que lleva la concejalía de la empresa Teumo, aseguró que la privatización que pretendía el PP hubiera supuesto un gasto añadido anual de 280.000 euros. Dijo que ya está trabajando en un plan para renovar la empresa y modernizarla. Los nuevos camiones generarán, adelantó, un ahorro mensual para las arcas municipales de 15.000 euros.

Morales también avanzó que ya se ha conseguido rescindir el contrato con la empresa que ha dejado empantanadas las obras de la nueva piscina municipal. No se atrevió a dar plazos para este proyecto, que debe redactarse de nuevo y adjudicarse las obras.

Por su parte, la concejala de Urbanismo, Vicen Ferrando, repasó los "desastres urbanísticos" que ha dejado el PP. Dijo que el nuevo gobierno local se ha visto obligado a acatar la sentencia que ordena el cierre del supermercado construido sobre un barranco. "Vamos a intentar solucionar este tema y, si no se puede, intentaremos que no repercuta en el pueblo", precisó. El nuevo gobierno local quiere evitar que el ayuntamiento tenga que pagar indemnizaciones millonarias por un fiasco urbanístico que el anterior gobierno convirtió en una bola de nieve cada vez más grande al esquivar la ejecución de los fallos judiciales.

La edil lamentó que en los últimos 8 años no se haya hecho nada para desarrollar la ampliación del polígono industrial. "La próxima semana citaremos a todos los propietarios para desbloquearlo", anunció. Afirmó que empresas importantes de Teulada-Moraira se han tenido que marchar a otros pueblos.

También desveló que el auditorio carece de licencia de apertura definitiva. Cuenta con una provisional. Explicó que le sorprendió que esta gran infraestructura cultural, "la mejor de la Marina Alta", estuviera "infrautilizada". Y, al investigar por qué no se podían utilizar al mismo tiempo las dos salas o por qué no se abría el bar, descubrió que el edificio, inaugurado en 2011 y diseñado por el prestigioso arquitecto Francisco Mangado, descubrió que carece de plan de evacuación. "También lo vamos a solucionar", aseguró.

Los ediles del gobierno del cambio advirtieron de que en estos primeros días han estado consagrados a salvar el atolladero que les ha dejado el PP. Pero ya esbozaron algunos proyectos. La alcaldesa habló de sostenibilidad y de explorar un nuevo turismo respetuoso con el territorio. El concejal de Agricultura y de Cultura, Alejandro Llobell, adelantó que por primera vez el ayuntamiento va a promocionar la uva de moscatel de Alejandría en Madrid y Barcelona y en los principales mercados a los que los productores locales la venden. Este edil también anunció que se está trabajando en una gran programación para conmemorar en 2020 los 400 años de la Sala dels Jurats.