El promotor de las obras de un restaurante en la última parcela virgen de la primera línea del Segon Muntanyar de Xàbia presentó ayer en el juzgado de Dénia una querella por prevaricación contra el alcalde, el socialista José Chulvi. Le acusa de intentar paralizarle las obras pese a contar con una licencia «legal». El pleno aprobó recientemente la lesividad de ese permiso, es decir, que lo anuló dado que consideraba que dañaba el interés general.

La querella también incluye como «autores, cómplices o encubridores» a tres técnicos municipales y a la concejala de Urbanismo, Isabel Bolufer. El empresario sostiene que la edil, pese a reconocer públicamente que había otorgado la licencia y que era válida, «secundó» al alcalde y votó como todos los otros concejales revocarla. El promotor de las obras considera que el munícipe y la concejala se plegaron a una campaña on line de recogida de firmas contra el proyecto instigada por una vecina de un chalé adyacente a esta última parcela virgen del litoral de piedra tosca del Segon Muntanyar.

El empresario comunicó al consistorio en mayo que, a su juicio, la licencia seguía vigente y anunció que iniciaría las obras. Sostiene que el expediente de lesividad ha caducado sin que el ayuntamiento lo haya llevado a la vía del contencioso administrativo. Las máquinas entraron en la parcela hace unas semanas. Y el ayuntamiento ha dictado estos días la orden de paralización.

El empresario interpreta que la apertura de ese expediente de paralización de obras puede ser constitutivo de un delito de prevaricación penado con una inhabilitación de entre 9 y 15 años.

El alcalde recalcó ayer que el expediente «está avalado por los informes técnicos y jurídicos correspondientes». También precisó que otorgar una licencia es un «acto reglado que no está sometido a la voluntad personal, sino a la legalidad de aquello que se solicita». Dijo que esta querella no le va a apartar de seguir trabajando «con la misma diligencia y rigor que hasta ahora, dentro del marco de la legalidad y sin otro interés que el bien público».

El empresario también reclama responsabilidad civil al consistorio por el retraso de la obra y el supuesto perjuicio económico que ha sufrido. Dice que quería abrir el restaurante antes de la pasada Semana Santa.