La tripulación del pesquero de Xàbia Cap Prim Segon está comprometida con la ciencia y la preservación de los ecosistemas marinos. Ayer estos pescadores hallaron un delfín listado muerto a 610 metros de profundidad. El cetáceo quedó enganchado en las redes, algo "inusual", según afirmó el patrón de este arrastrero, Amadeu Ros. Al subirlo a bordo comprobaron que llevaba varios días muerto. La piel que rodeaba los ojos estaba ya cuarteada. Aparentemente, el delfín, que mide un metro y 60 centímetros y que todavía no era adulto, no presentaba heridas.

Los marineros decidieron llevarlo a puerto. Otros pescadores tiran por la borda las capturas que luego no pueden subastar. Pero la tripulación del Cap Prim Segon sabe que los expertos quieren investigar las posibles causas de mortandad de las especies marinas. Los delfines, de hecho, sufren a veces virus. La presencia de plásticos en el mar también está provocando la muerte de estos cetáceos y de tortugas.

En el puerto, esperaba un técnico de la conselleria de Medio Ambiente. Llevó al cetáceo a la Universidad de València, donde le harán la necropsia.

Este pesquero de Xàbia ha adoptado prácticas respetuosas con el medio ambiente. Si atrapa en sus redes un tiburón cañabota, lo vuelve a liberar. Otras tripulaciones dejan morir en cubierta a estos escualos y luego los trocean y tiran al mar.

El Cap Prim Segon también participa en el programa "Pesca turisme", que explora vías de negocio distintas (la de descubrir a los turistas cómo es una jornada de pesca) que pueden ayudar a sostener un sector tradicional como el de la pesca.