Ondara decidió tomarle el pulso a los sentidos de la comarca. Organizó la «Fira Marina Alta amb els 5 sentits», que el fin de semana del 9 y 10 de noviembre llega a su quinta edición, que está consagrada al tacto. La comarca entra por los ojos (paisajes de gran belleza), por el paladar (la gastronomía), por la nariz (el perfumado vino) y por los oídos (la tradición de la música de bandas y la nueva escena). Ahora tocaba palpar. Ponerse manos a la obra. Y la idea que ha surgido es fantástica. El tacto es el «saber fer, els oficis i l'artesania».

Todo cobra sentido. La actividad previa, que tendrá lugar el 7 de noviembre en la Casa de Cultura, rescata un oficio perdido. Sin embargo, queda un vestigio magnífico, los «forns de calç». Ese día el cineasta Toni Canet presentará su documental «Calciners, els emblanquinadors de la lluna».

El sábado 9 de noviembre la feria, que se celebra en el Prado, arranca con un firme compromiso. El Grup d'Acció Rural Muntanya d'Alacant y la Macma (Mancomunitat Cultural de la Marina Alta) han dado forma a un tratado comarcal por el paisaje de «pedra seca». El objetivo es que los pueblos y entidades lo firmen, que se sumen. La técnica de la «pedra seca» está declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. El paisaje de la comarca está modelado (dulcificado incluso, ya que es agreste y poco proclive a la agricultura) por los «margens de pedra seca». Los labradores le ganaban así centímetros a la montaña.

Ondara reivindica hacer comarca piedra a piedra. Urge conservar los muros y las construcciones de «pedra seca».

El mismo sábado también se realizará el fórum comarcal sobre los retos y oportunidades de esta técnica constructiva. Los «margenadors» que quedan en la comarca se pueden contar con los dedos de una mano. Y es un oficio esencial para salvar el paisaje. Colectivos como Pego Viu, la Mancomunitat de la Vall de Pop o la Unió Cultural d'Amics i Amigues de la Vall de Gallinera expondrán sus experiencias y reivindicarán la trascendencia del paisaje de «pedra seca» en el turismo sostenible.

Las actividades son numerosísimas. El Prado acogerá la exposición «mans artesanes». Mientras, la Macma reunirá el domingo 10 a los artesanos en una «fireta» pionera que lleva por título «fet a mà; fet a la Marina». La histórica tradición artesanal de la comarca, que ha declinado hasta prácticamente perderse, resurge ahora. Ondara, al explorar los cinco sentidos, ha reforzado la identidad y ha cargado de autoestima a los pequeños productores.

Desde 1690

Pero esta feria sólo es el principio. Ondara inicia el ciclo de su «Fira de Fires». La tradición de organizar estos certámenes se remonta a 1690. Este municipio es el epicentro geográfico y comercial de la Marina Alta.

El segundo fin de semana, el del 16 y 17 de noviembre, es el de la «Fira de Mostres i Compres», que cumplirá su treinta y cuatro edición. También tendrá lugar el «Mercat Medieval». Y se recupera en la plaza de toros la feria de animales.

Mientras, el último fin de semana, el del 23 y 24, llega la Matinal Motera, la degustación gastronómica en el Prado y la concentración de vehículos clásicos. Durante todos estos fines de semana hay también feria de atracciones. Ondara bulle de actividad y tira del carro de la comarca. Lo de rescatar los sentidos de la Marina Alta ha tenido un sentido enorme.