Xàbia ha visto arder en los últimos años el cabo de Sant Antoni, en el Montgó, y la Granadella. Estos parajes de gran valor ecológico y paisajístico reverdecen poco a poco, pero la amenaza del fuego persiste. Anoche se prendió otra zona de enorme riqueza natural, la Cala Blanca. La mancha negra del fuego es visible esta mañana. Las llamas han calcinado los pinos que cubren a modo de dosel la senda que enlaza los dos miradores de esta bella costa. La rápida actuación de los medios de extinción evitó un desastre medioambiental. Acudieron a toda prisa la policía local, los bomberos del consorcio provincial, Protección Civil y los bomberos voluntarios de Balcón al Mar. Sofocaron a toda prisa el incendio.

Xàbia salvó anoche un tramo litoral de extrema fragilidad. Si los desprendimientos en estos acantilados de margas (rocas blancas que dan esa tonalidad blanca tan singular de esta costa) son síntoma del avance de la erosión, solo faltaba que un incendio todavía agravara más los procesos erosivos. Con todo, ha quedado una mancha negra que vuelve a confirmar que los parajes naturales de Xàbia están muy expuestos al fuego.