El héroe siguió con su rutina. Ayer, como todos los días, cogió en Gandia el autobús a Dénia. Le acompañaron su mujer, Gana, y su niña de 7 meses, Ndeye. Gorgui Lamine Sow, el héroe que ayer salió del anonimato, recorrió, como todos los días, las calles de Dénia vendiendo artesanía de su país, Senegal.

Este joven de 20 años salvó el pasado viernes a Álex, un vecino de la calle Port que está enfermo y tiene problemas de movilidad (se ayuda para caminar de un andador). Álex dormía cuando se desató un incendio en el comedor de su casa. Gorgui corrió hasta la casa, que está en la calle Port, al ver el humo. Escaló por la fachada y se cargó a la espalda al atrapado, que sufrió quemaduras en el esófago, en una mano y en la cara, y tragó mucho humo.

«Lo hice porque me lo pidió el corazón. Soy pobre. No tengo nada. Pero también soy fuerte y puedo ayudar. No me gusta ver a la gente sufrir», explicó ayer a Levante-EMV Gorgui Lamine, quien llegó a España el 19 de agosto de 2017.

Este inmigrante senegalés admite que no tiene papeles. Para él y su familia la vida es muy dura. «Tenemos una habitación muy pequeña para los tres en Gandia. No hay puerta y entra mucho frío. Tampoco tenemos cama. Dormimos los tres en un colchón».

Este joven indicó que sabía que al escalar hasta el balcón para rescatar al atrapado también estaba poniendo en riesgo su vida. El humo del incendio era denso y muy tóxico. «Llegué hasta él y le dije que se cogiera de mi mano. Me contestó que no podía caminar. Me lo cargué a la espalda y, a bajar del balcón, nos ayudaron otros vecinos que llegaron con una escalera de madera».

El héroe comprobó luego que Álex le había vomitado en la espalda. De hecho, el atrapado, antes de ser evacuado en ambulancia, siguió vomitando en la calle. Fue una reacción del cuerpo por todo el humo que había tragado. «Estoy tomando unas pastillas para limpiar los pulmones», indicó ayer este vecino de Dénia de 39 años.

Él dormía en la habitación de su casa cuando comenzó el fuego por una chispa de un calefactor en el comedor. Incluso se había tomado una pastilla para conciliar el sueño. «Me despertaron los golpes de los vecinos en la puerta de la casa. Estaba todo negro. Llegué como pude hasta el balcón», relató Álex. Los vecinos echaron abajo la puerta. Pero no pudieron subir al primer piso, el del incendio, ya que las llamas les cerraban el paso.

«No puedes tener miedo»

Entonces apareció Gorgui. No dudó ni un instante. Escaló con gran agilidad hasta el balcón. «Había humo y fuego», dijo ayer el joven senegalés, que apuntó que también escuchó le chisporroteo de una bombona de butano. «Pero no puedes tener miedo. Había una persona allí dentro y tenía que sacarla», añadió.

Gorgui se lavó luego las manos en casa de una vecina y se marchó sin esperar a que nadie le agradeciera su heroica acción. «Me fui rápido porque mi mujer y mi hija me esperaban para coger el autobús y no podíamos perderlo». Ayer volvió a Dénia y algunos vecinos lo reconocieron y le dieron las gracias. Este diario lo localizó en la calle Marqués de Campo. La Policía Local también le premiará por su valentía.

Este joven, que antes de llegar a España vivió en Brasil y Argentina, no oculta que desea regularizar su situación. «Quiero papeles y poder trabajar y vivir aquí con mi familia».