Tras el huracán mediático y los homenajes, Gorgui Lamine Sow, el héroe de Dénia, ha vuelto, junto a su compañera, Gana, y la hija de ambos, Ndeye, de 7 meses, a la venta ambulante. Es la misma dura vida que llevaba antes de que el pasado 6 de diciembre, el Día de la Constitución, se jugara el tipo para salvar a Álex, un vecino de 39 años de Dénia que no puede caminar y quedó atrapado en su vivienda en llamas. Gorgui escaló por la fachada hasta el balcón y se cargó a la espalda al vecino y lo rescató del fuego. El coraje de este héroe de 20 años sin papeles dio la vuelta al mundo. El ayuntamiento de Dénia pidió a la Delegación del Gobierno en València que activara el procedimiento de regularización del inmigrante senegalés y su familia «fundamentado en causa excepcional de colaboración policial y de interés público».

El héroe de Dénia recibió el pasado 20 de diciembre una comunicación que le envió la subdirección general de Inmigración (depende del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social). Ese documento es el del inicio del expediente para que Gorgui Lamine logre el permiso de residencia y trabajo en España.

El joven y sus inseparables compañera e hija, mientras este lunes vendían artesanía de Senegal (collares, pulseras y llaveros con figuritas de animales talladas en madera) en la calle Marqués de Campo de Dénia, iniciaron el papeleo para obtener los papeles. El primer escollo para esta familia que vive con otros compatriotas en un piso en Gandia (ellos tres duermen en un colchón en el suelo) era pagar la tasa, de 37,52 euros. La venta ambulante les da justo para sobrevivir y coger todos los días el autobús de Gandia a Dénia.

Pero el héroe ha pasado de la invisibilidad absoluta a que los vecinos de Dénia lo saluden y le den las gracias por jugarse su propia vida para salvar a un vecino. Ha hecho amigos. Y uno de ellos le dio un donativo para que pudiera pagar la tasa. Además, la cosa corría prisa. El ministerio concede diez días para abonarla.

El resto de documentos que le pide el ministerio ya los tiene. Gorgui debe presentar una copia del pasaporte, otra del empadronamiento, trámite que realizó hace unos días en el Ayuntamiento de Gandia, y otra de la partida de nacimiento de su hija, Nyede, que vino al mundo el pasado 25 de abril en el hospital universitario 12 de Octubre de Madrid.

Este joven senegalés también ha pedido ya el certificado de penales que le exige el ministerio para darle el permiso de residencia y trabajo. Gorgui abandonó Senegal cuando tenía 15 años. Se marchó a Brasil y luego estuvo unos meses en Argentina, desde donde llegó a España el 20 de agosto de 2017. Nunca ha tenido ningún problema con la justicia.

«También quiero lograr la nacionalidad española. Mi hija ha nacido en este país y quiero que crezca aquí», indicó a Levante-EMV el héroe de Dénia. De momento, está a un paso de obtener el permiso de residencia y trabajo. Afirma que, en cuanto tenga papeles, podrá escapar de la venta ambulante y buscar un empleo más estable y que le permita sacar adelante a su familia. Gorgui Lamine ha vuelto, efectivamente, a la rutina de recorrer las calles de Dénia ofreciendo humilde artesanía de Senegal. Pero ahora se asoma al futuro con esperanza.