Las obras de renovación del trenet de la Marina van al trantrán. Pero ahora Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) cumple un trámite imprescindible para darles un empujón. La línea 9 del TRAM, la del trenet de la Marina (de Calp a Dénia), se cerró el 28 de julio de 2016. Ese día la comarca perdió el último ferrocarril que le quedaba. Quedó fuera de vía. La modernización de la línea corría prisa. No era seguro mantener los convoyes en una vía que estaba muy deteriorada. Los viaductos históricos del Ferrandet y el Quisi, gigantes mecanos que salvaban profundos barrancos, estaban corroídos hasta la médula. Estas plataformas y la del Mascarat superan los tramos más escarpados del trenet.

Las obras para poner el ferrocarril al día debían ir a toda máquina. Pero han tropezado con dificultades. La de más calibre la del puente centenario del Quisi. Se restauró in situ. Fue un trabajo complejísimo. Pero no soportaba el peso de los nuevos trenes duales. El viejo puente, un icono de Benissa y la Marina Alta, ya no servía. Había que construir otro nuevo.

Ahora Ferrocarrils da un impulso definitivo al proyecto del nuevo viaducto. Ha sacado a exposición pública la expropiación forzosa de los terrenos necesarios para colocar la plataforma entre las dos orillas del afilado barranco del Quisi o de Santa Anna (168 metros de margen a margen).

Cuando FGV salve el trámite de la expropiación (los propietarios tienen 15 días para alegar), ya tendrá vía libre para licitar las obras. Va para cuatro años que la comarca se quedó sin tren (el de vía ancha entre Gandia y Dénia, ahora Tren de la Costa, va para largo) y la conselleria de Infraestructuras todavía no da una fecha concreta de cuando se recuperará esa línea entre Calp (y Alicante y Benidorm) y Dénia.

Los vecinos de Benissa no eran muy partidarios de «jubilar» el histórico puente del Quisi, que ahora se convertirá en una vía verde (sin embargo, Ferrocarrils ha colocado nuevos carriles y traviesas). Le ha salido un hermano moderno y cuyo diseño contrasta con el del antiguo viaducto, un prodigio de la ingeniería ferroviaria de hace un siglo. Costará acostumbrarse.

El viejo Quisi queda como una reliquia del trenet de la Marina que un 11 de julio de 1915 llegó a Dénia. Los excursionistas cruzarán a pie un tablero de hierro que echará de menos el traqueteo del ferrocarril.