El huésped de más pedigrí del puerto de Dénia (pertenece a la aristocracia de los superyates de lujo) soltó ayer amarras. El Lady Moura, cuyo dueño es el magnate saudí Nasser Al-Rashid (su fortuna se estima en 20.000 millones) y que está valorado en 200 millones de euros, llegó a finales de septiembre. Causó sensación.

Los vecinos y turistas están acostumbrados a ver entrar al puerto los barcos de pasajeros de la naviera Baleària. Pero un yate privado semejante, de 105 metros de eslora y con el nombre en relucientes letras en relieve (son de oro de 24 quilates), sólo se había vislumbrado allá a lo lejos. En julio de 2016, fondeó fuera de la dársena el «A», del milmillonario ruso Andrey Melnichenko, un yate futurista de 119 metros de eslora y valorado en 250 millones. Lo diseñó Philippe Starck.

El «A» no se arrimó y, en cambio, el Lady Moura sí amarró en el muelle del Martell, a un paso de la calle Marqués de Campo. Normal que, de alguna forma, revolucionara la ciudad.

Construido en 1990, el yate de Al-Rashid, quien lo bautizó con el nombre de su esposa hasta 1996, la libanesa Mouna Al Ayuoub, necesitaba pasar por el taller. La tripulación pidió permiso para realizar la puesta a punto en el puerto deportivo Club de Mar de Palma de Mallorca. Pero había que montar andamios. Eran trabajos de cierta envergadura y debían realizarse en un varadero. De ahí que el Lady Moura pusiera rumbo a Dénia.

Atracó en el muelle de megayates (el citado del Martell) del Varadero Port Dénia. Su gerente, Albert Morell, explicó ayer que durante estos casi 5 meses la embarcación se ha sometido a reparaciones de la madera de teca de sus cuatro cubiertas, a trabajos de pintura, a la puesta a punto de los motores principales y auxiliares, a pequeñas labores de soldadura y a mejoras en los aires acondicionados. La empresa especializada en la teca llegó de Mallorca. Otras firmas especializadas de València e incluso de Alemania han participado en dejar como nuevo este gigante del mar.

«Para Dénia es un comienzo. El tejido empresarial dedicado a la náutica va mejorando poco a poco. Tenemos un puerto ideal para estos yates. Está en la ciudad y para las tripulaciones es muy cómodo. El sector de la náutica fue de los que mejor resistió durante la crisis. Debemos cuidarlo», indicó el responsable del varadero dianense.

Hasta que el imponente Lady Moura irrumpió en el puerto dianense, el yate más grande que había atracado aquí tenía 70 metros. «Nos gustaría que el Lady Moura volviera, claro está. Pero también aspiramos a que vengan yates incluso más grandes», señaló Morell.

Sea como fuere, el barco de las letras de oro del magnate saudí ya ha situado Dénia en el mapa de la náutica que quita el hipo.

George y Barbara Bush y el Rey

Este superyate, con capacidad para 30 invitados y 61 tripulantes, incluye spa, casino, helipuerto, un salón para fiestas y hasta una sala de cirugías. Lo han visitado George y Barbara Bush o el Rey Juan Carlos. Mientras, Bruce Springsteen, Steven Spielberg y Tom Hanks declinaron la invitación de subir a bordo que les envió la multimillonaria libanesa Mouna Al Ayuoub.