El cabo de Sant Antoni y la costa de Dénia y Xàbia son una gran reserva de cetáceos. A partir de mayo, se empezarán a avistar de nuevo las ballenas rorcuales que migran hacia el estrecho de Gibraltar desde el mar de Liguria. Estas aguas de la Marina Alta se han convertido en una «autopista» de rorcuales. Mientras, los avistamientos de delfines se producen durante todo el año. Los delfines mulares y listados son fijos en este litoral.

Ahora un equipo de observación marina de la Universitat de València, el Ayuntamiento de Dénia y la conselleria de Transición Ecológica ha realizado el primer transecto (salida de campo para tomar datos) de la campaña de 2020. Y bingo. Los expertos navegaron en la embarcación dianense de guardacostas por todo el frente litoral local y por las aguas de la reserva marina del cabo de Sant Anotni. Les bastó una salida para toparse con tres grupos de delfines mulares. El comportamiento de dos de ellos, que estaban muy cerca de la costa de Dénia, revelaba que se estaban alimentando. El tercer grupo, el más numeroso (en la imagen), se dirigía hacia el norte. Había varias crías.

Los expertos también avistaron pardelas y alcatraces. Los acantilados del cabo de Sant Antoni son un refugio de aves marinas.

Estos transectos se realizarán al menos una vez al mes. Se anota todo. El equipo de observación registra los cetáceos y la avifauna marina. También recoge los plásticos que encuentra flotando en la superficie y que representan un peligro para tortugas y delfines, ya que pueden confundirlos con medusas y tragárselos.

Dénia es un punto de referencia en la frecuentación de cetáceos. De ahí la importancia de que los navegantes y quienes realizan otras actividades náuticas (motos de agua, por ejemplo) conozcan el protocolo de avistamiento. Es normal que los delfines naden junto a las embarcaciones. Pero no hay que molestarlos ni perseguirlos. Esto último ocurrió recientemente en la costa del Saler de València. Es una práctica que vulnera la ley de patrimonio natural y biodiversidad. Las multas oscilan entre 3.000 y 200.000 euros.