El exalcalde de Calp por el PSPV Luis Serna cortó ayer el último vínculo que mantenía con la vida pública. A las 17 horas, debía iniciarse, como todos los días de lunes a viernes, la clase de pintura y dibujo de la Asociación de Amigos del Arte (ADA) de Calp. Serna es el profesor. No acudió. Las clases han quedado suspendidas sine die. Era lo lógico tras sentarse el jueves en el banquillo de los acusados. Se le juzgó en la Audiencia de Alicante por un presunto caso de posesión y distribución de pornografía infantil entre noviembre de 2014 y julio de 2015. Ya no ocupaba la alcaldía, pero seguía ejerciendo de portavoz socialista en el Ayuntamiento de Calp. El Fiscal pide que se le condene a 8 años de prisión.

La Guardia Civil detuvo a Serna en 2018. Quedó en libertad provisional a la espera de juicio. Nadie, ni siquiera personas de su entorno político más íntimo, conocían que el exalcalde había sido arrestado. Los agentes hallaron en el registro de su vivienda 14 discos duros con imágenes de actos sexuales explícitos y violencia sobre menores y bebés de hasta cinco meses.

El municipio, como indicó a este diario un edil actual, estaba ayer «en estado de shock». A los vecinos les costaba digerir que el exalcalde socialista esté implicado en un caso de distribución de material pedófilo.

En el juicio, el exdirigente socialista alegó que él sólo era consumidor de pornografía y que no compartía los vídeos ni tampoco los distribuía.

La conmoción en su partido fue enorme. La agrupación socialista se afanó en dejar claro que «desconocía absolutamente» la acusación de que Serna poseía y distribuía videos de pornografía infantil. Manifestó su «rotunda condena y repulsa ante este tipo de conductas». El PSPV de Calp advirtió de que el exalcalde ha solicitado la baja voluntaria del partido, y subrayó que hacía ya años que había abandonado la vida pública y política, no ocupaba ningún cargo orgánico y, únicamente, se mantenía como militante de base.

La alcaldesa, Ana Sala, del PP, preguntada por este diario, dijo que los hechos eran «muy desagradables». Pero sostuvo que había que dejar actuar a la justicia y respetar la presunción de inocencia.

Luis Serna se ha ido, efectivamente, apartando de la vida pública. Hace unos meses pasó el testigo de la presidencia de la asociación local de belenistas. También hacía tiempo que se había desvinculado de la Cruz Roja, ONG de la que fue un miembro muy activo. Médico de profesión, ya hacía años también que no ejercía.

Personas de su círculo político incidieron en que la acusación les había dejado «totalmente desconcertados». Explicaron que Serna ha sido siempre «muy reservado y celoso de su intimidad». «Pero nunca nos hubiéramos imaginado algo así. No revelaba nada de su privacidad. Aceptábamos que era su carácter».

Luis Serna fue alcalde desde 2007 a octubre de 2008, cuando una moción de censura pactada por Bloc, PP y PSD le apartó del cargo y truncó un gobierno de progreso que había puesto fin a 12 años de mayorías absolutas del PP de Javier Morató. En política, siempre demostró unos modales exquisitos y un tono moderado. Dejó el ayuntamiento en 2015 y se consagró a actividades culturales. Fue presidente de los belenistas y de la Asociación de Amigos del Arte. Cultivó su pasión por la pintura y hasta ayer mismo dio clases de esta materia en la Casa de Cultura.

El Fiscal pide que se le imponga una pena de ocho años de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y libertad vigilada durante siete años.