Un incendio ha destruido hoy las calderas de la piscina cubierta de Pego. Los bomberos han sofocado las llamas, que han originado una fuerte humareda. Además, se han declarado en la zona donde está la maquinaria que calienta el agua. Allí hay 1.500 litros de gasoil. Antes de que llegaran los bomberos, la policía local ya había desalojado a los usuarios y al personal de esta instalación. La actuación policial ha sido providencial. Los agentes han sacado de la instalación a una veintena de usuarios, la mayoría personas mayores y con problemas de movilidad.

Los daños son importantes. De ahí que el ayuntamiento ya haya anunciado que "hasta nueva orden" la instalación permanecerá cerrada. Los técnicos deberán ahora evaluar los desperfectos. Las fuentes consultadas, eso sí, ya han indicado que las calderas están destrozadas y que, por tanto, la reparación llevará su tiempo.