El 19 de febrero tuvo lugar la primera charla del curso "El legado de Egino Weinert en Dénia" con el objetivo de dar a conocer la figura de este magnífico artista.

Egino Weinert (1920-2012) es uno de los creadores más prolíficos del pasado siglo. Nacido en Berlín, dedicó toda su vida al arte de la pintura, la escultura y la orfebrería, dejando tras de sí un legado amplio y valioso.

Egino Weinert llegó a Dénia en los años 60 de la mano de Ella Brösch y estableció un taller en la ciudad, ciudad a la que amará y en la que dejará varias de sus obras.

El curso ha sido organizado e impartido por el Centro Asociado de la UNED Dénia con la colaboración del Ayuntamiento de Dénia. Constaba de dos charlas, una enfocada a su biografía, que tuvo lugar el 19 de febrero en el centro universitario, y otra centrada en la técnica, que se realizó en la iglesia de San Antonio el pasado domingo.

En la primera charla del 19 de febrero, participaron Raquel Martí Signes, directora del Centro Asociado a la UNED en Dénia; Claudia Peter, coordinadora del CUID de la UNED Dénia; Melani Ivars, concejala de Educación, y Raúl García de la Reina, concejal de Cultur. En el acto también estuvieron presentes María Ángeles Menéndez, coordinadora académica y de calidad, y José Salvador Monserrat Crespo, responsable técnico jurídico del centro.

Tras la inauguración y bienvenida, Claudia Peter expuso de manera amena y detallada la biografía de Egino Weinert, a quien conoció y entrevistó. En la actualidad, sigue en contacto con su viuda.

Claudia Peter explicó cómo Egino Weinert, para quien sus obras debían elevar al ser humano a la divinidad, fue encarcelado por negarse a realizar el saludo nazi, condenado a muerte en la II Guerra Mundial, condena de la cual quedo exentó por la derrota alemana. Pese a tener una mano multilada por una descarga eléctrica y caer en una profunda pobreza durante la posguerra, el artista consiguió crear uno de los talleres de joyería más importantes en Bonn y desarrollar su arte sacro a lo largo de los años, hasta convertirse en un artista de renombre.

Claudia habló también en detalle de la cruz de la Iglesia de San Antonio en Dénia, una obra que comenzó como modelo de otra para el Vaticano. Pero el resultado de esa prueba fue tan notable que Egino Weinert donó la cruz al templo dianense. Hoy en día se puede apreciar y visitar, aunque su contexto inicial de espacio amplio blanco y despejado fue alterado por uno más barroco cambiando ese primer diseño original del artista.

A continuación, tuvo lugar la conferencia "Estilo y obra de Egino Weinert", ofrecida por Jessica Agulles Conte, profesora tutora de la UNED Dénia, quien expuso sobre su arte, enmarcado dentro del arte sacro y con múltiples influencias de los artistas expresionistas alemanes y de los medievales, arte en el cual retoma técnicas pasadas, basadas en la inspiración y el luminismo, y que podemos encontrar en innumerables iglesias alemanas y extranjeras, así como en las colecciones del Vaticano.

Para finalizar el acto tuvo lugar una mesa redonda presidida por Claudia Peter y Jessica Agulles Conte a la que se unió Mireia Abarca Pérez, amiga de la familia Weinert, quien destacó que "los pequeños detalles de la vida, como ver crecer una flor o ver volar un pájaro, eran para él como un milagro".