Mientras el parón en el turismo es absoluto, el otro sector económico clave en la Marina Alta, la construcción, sigue hoy en marcha. Eso sí, a medio gas. Este diario ha comprobado que los obreros están trabajando en los edificios de apartamentos y chalés en construcción. Muchos han acudido a la faena con mascarillas. Hay mucha incertidumbre. Intentan guardar la distancia entre ellos, pero muchas veces, por las características de un trabajo muy colaborativo, se hace imposible. Algunos de estos trabajadores han expresado a este diario que cruzan los dedos para que esta actividad continúe y puedan mantener los empleos. También piden protocolos claros de seguridad en el trabajo.