Sï, son acciones que en circunstancias normales serían cotidianas y expresarían el disfrute de la calle. Pero ahora, en plena emergencia sanitaria por la propagación del coronavirus, esos comportamientos son irresponsables y no ayudan en nada a parar los contagios. La Policía Local de Dénia impuso ayer cinco nuevas denuncias por incumplimiento del decreto de alarma. Se denunció a dos jóvenes que paseaban alegremente cantando por la céntrica calle Pare Pere. Alegaron que iban al estanco. Pero estaban lejos de su domicilio y también lejos del estanco que tienen más a mano de casa.

Los agentes también denunciaron a tres hombres que estaban tranquilamente sentados en un banco de la calle La Vía fumando y charlando. Al ver venir a los policías, tomaron las de Villadiego (intentaron huir, vamos). Pero los agentes los interceptaron. No acertaron a explicar por qué estaban tan panchos en la calle.

Otra mujer fue sancionada al pararla cuando conducía en dirección a Dénia (transitaba por la carretera CV-725, la de Ondara a la capital comarcal). Preguntada por los agentes, dijo que había viajado desde Pedreguer para comprar en una tienda de 24 horas papel higiénico y de cocina.

Las otras dos denuncias fueron por motivos ya repetidos. Hay vecinos que no han entendido todavía que hacer deporte en la calle no es, en las actuales circunstancias, salud, sino todo lo contrario. Los agentes sorprendieron a una vecina haciendo "running" en la Marineta Cassiana. La conminaron a que se fuese a casa. Pero luego la vieron dos veces más. La sancionaron.

Además, un hombre salió en bicicleta y fue identificado. Alegó que iba a la compra. Pero una hora después los agentes se toparon otra vez con él. Iba dando pedales y no llevaba bolsa alguna de la compra.