Se ha ido una luchadora. Maxine McKinnon, una atleta que rompió la barrera de la edad, que en una entrevista en Levante-EMV en 2007, tras ganar el mundial de 10.000 metros de veteranos, decía que cuando pasara los 50 seguiría mejorando sus marcas, falleció ayer en su casa de Murla. Hace unos meses se le diagnosticó una grave enfermedad. Su muerte ha sumido en el dolor al deporte de la Marina Alta. La atleta era muy querida y admirada. Por su tesón y espíritu de lucha, se había convertido en un espejo para los deportistas veteranos. También inspiraba a los jóvenes atletas.

Maxine McKinnon empezó a correr en 2002. Se calzó las zapatillas con 41 años. Tres años después se proclamó en San Sebastián campeona del mundo de maratón en la categoría de veteranos. En 2007, logró el triunfo en el mundial de 10.000 metros que se disputó en Riccione (Italia). Se confesaba una apasionada del maratón. Logró la victoria en el de València de 2015.

Esta atleta siempre animaba a todos a salir a correr. Les decía que se olvidaran de la edad y que disfrutaran de hacer deporte al aire libre. Se dejaba ver por las pruebas del Circuit a Peu de la Marina. En su categoría no tenía rival. Pero disfrutaba del triunfo con humildad. Cuando regresen las carreras, se la echará enormemente de menos.