Las excusas para romper el obligado confinamieto se repiten. Pero todos los días hay alguien que inventa un pretexto nuevo. Entre las 29 denuncias por quebrantar el estado de alarma que pusieron ayer la Policía Local y Nacional, un número menor al de los últimos días, una fue para un vecino que sostuvo que venía de ver a su médico en el centro de salud dado que sufría dolor de cabeza. No coló. El centro de salud en el que decía que había estado permanece cerrado.

Otro vecino también acabó denunciado por decir que iba a la farmacia cuando no sabía siquiera donde estaba. Al final, reconoció que había salido a dar una vuelta.

Los agentes de la Policía Local volvieron a sorprender a dos personas haciendo "botellón" en la calle. Y localizaron en el polígono a un ciclista que afirmaba que se dirigía al supermercado. No hacía falta que este deportista se hubiera ido tan lejos. Tiene cerca de su domicilio supermercados.

Otro denunciado estaba paseando a su perro muy lejos de su casa.

Sigue ocurriendo que hay quien interpreta libremente las excepciones para salir de casa y se da un paseo del todo injustificado.