Los ayuntamientos tirarán del carro en la recuperación económica de la crisis del coronavirus. Ya hacen números. La liquidación de los presupuestos del pasado año, que deja superávits, les da margen para incrementar las ayudas sociales y crear líneas de apoyo a las empresas y autónomos. El alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, y el concejal de Hacienda, Paco Roselló, acaban de anunciar que el remanente positivo de tesorería sube a 14,6 millones de euros. Un millón se destinará a Bienestar Social, es decir, a ayudar a las familias que con esta crisis quedan en situación más vulnerable, y otro millón irá a apoyar a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos. El alcalde se ha reunido esta misma semana con la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta (Aehtma) y con el Cercle Emprearial de la Marina Alta (Cedma). Todavía deben concretar cómo se van a articular las ayudas. Pero el compromiso del ayuntamiento ya está sobre la mesa y se traduce en un millón de euros en ayudas.

El consistorio gastará 8 millones del remanente de tesorería. Tres le permitirán pagar las facturas pendientes a los proveedores, que también están con esta crisis con el agua al cuello. Y otros tres se irán a amortizar créditos. Pese a que el Gobierno ha flexibilizado el uso que se puede hacer del remanente (ahora se puede emplear en gasto social), hay que cumplir religiosamente con los bancos.

El alcalde también ha hecho un llamamiento a las empresas: "Es importante que no cierren y puedan dar trabajo".