Lo que da de sí un balcón. Gata de Gorgos se aferra a la tradición. Sus vecinos celebraron ayer un día muy especial en el municipio, el Domingo de Ramos. Lo hicieron sin salir de casa, pero derrochando ingenio. El estar confinados no significa renunciar a celebraciones colectivas que marcan la vida del pueblo.

La parroquia de Sant Miquel pidió que los niños y niñas de la catequesis, del coro parroquial y de los Juniors, así como las personas mayores, se tomaran una fotografía con las típicas palmas. No las pudieron llevar en procesión. Pero la respuesta fue magnífica. La parroquia recibió 167 fotografías, que ha enlazado en un emocionante video. Esa procesión "virtual" mantiene vivo el espíritu del Domingo de Ramos. Los vecinos también colgaron las palmas en sus balcones.

Y otra tradición es la de celebrar ese señalado día cocinando y degustando una paella. El grupo "A la vora del riu mare" organizó incluso un concurso a la mejor paella. El premio fue para Pepa Salvà. Esta vez las vecinos de Gata se comieron la paella en sus balcones. Defender las tradiciones que hacen pueblo da fuerzas para plantar todos juntos cara a la adversidad.