Hay tiempo para recuperar las flores de la primavera. El Jardí de l'Albarda de Pedreguer, la gran reserva botánica valenciana, reabrirá el 25 de mayo. Tras el largo confinamiento, apetece reencontrarse con la naturaleza. Y este amplio jardín mediterráneo, que abraza 50.000 metros cuadrados, es ideal para pasear de manera segura y admirar, por ejemplo, las rosas. «Ahora están en plena eclosión, y tenemos más de 5.000», explica Enrique Montoliu, presidente de Fundem, la fundación propietaria de este paraíso vegetal.

«El jardín está precioso, más bonito que ningún otro año», afirma Montoliu, que ha pasado aquí el confinamiento y se ha dedicado junto a los jardineros a cuidar la riquísima flora (600 especies autóctonas del Mediterráneo).

«Visitar el jardín permite reencontrarse de manera segura con la naturaleza», afirma el artífice del Jardí de l'Albarda. Apunta que pedirán a los visitantes que acudan con mascarilla y guantes. «Pero si no los traen se los proporcionaremos aquí». «Nunca hemos tenido aglomeraciones. El jardín es enorme y no hay peligro de nada», asegura.

La mascarilla puede ser un engorro para aspirar las fragancias de las flores y plantas. Pero Montoliu afirma que, dado que los visitantes van a encontrarse a sus anchas, podrán bajarse la mascarilla y extasiarse con los agradables olores de la naturaleza.

«Algunas floraciones ya han pasado. Pero están las rosas. Tenemos más de 5.000 de unas 50 especies. Es un buen momento para disfrutar de ellas. También están en floración muchísimas plantas silvestres y los acantos», señala Montoliu, que recuerda que las rosas las donó Rosales Ferrer, un histórico vivero de Chiva fundado en 1944.

Recorrer este laberíntico jardín siempre es una gran experiencia. Ahora, en el desconfinamiento, todavía atrae más perderse en este espacio y descubrir sus sutiles tesoros naturales. Las flores y especies vegetales están en primer término, pero basta levantar la vista para atisbar el Montgó.

El Jardí de l'Albarda y Fundem abanderan el proyecto de mecenazgo cultural más importante de España. La fundación se inspira en la National Trust del Reino Unido, que cuenta con 2,5 millones de socios y es el segundo propietario de fincas históricas tras la Corona. Aquí no hay ni por asomo tanta cultura de preservar el patrimonio natural y paisajístico. Este jardín de Pedreguer es un oasis.