Incluso a los gatos más dóciles les sale su instinto equilibrista. Un minino quedó ayer atrapado en el balcón de un piso que ahora no está habitado de la céntrica avenida Gabriel Miró de Calp.

A los vecinos ya les extrañó escuchar durante toda la noche los maullidos desesperados del gato. Esta mañana han podido comprobar que el animal había quedado atrapado en el balcón de un quinto piso. Han acudido dos dotaciones de bomberos y la Policía Local. La operación para rescatar al gato entrañaba su dificultad. Los bomberos se han descolgado por la fachada del edificio hasta llegar al balcón. Abajo, en la calle, esperaban la dueña del animal y una integrante de la protectora de animales. La peripecia del gato ha tenido final feliz.