Saltos sin red pero para la red (social). La moda de lanzarse al mar desde los acantilados no declina en Xàbia. Los socorristas de la Cruz Roja no se cansan de avisar de que esta práctica es peligrosa y puede provocar lesiones. Además, la altura engaña. Hay bañistas que prueban por primera vez. Desde abajo el salto parece sencillo. Pero desde arriba sí da vértigo. Y hay que tener pericia para que el impacto con el agua sea limpio. No es dejarse caer. Los saltos desde tan alto y a ras de acantilado siempre implican riesgos.

Los jóvenes se retan a saltar de más y de más alto. Una de las zonas donde esta práctica causa más furor es la del acantilado de la Cova del Llop Marí. Hay quien salta incluso desde lo alto de la entrada a la gruta. Los saltos los graban con los teléfonos móviles y luego los suben a la red. Es una moda imparable. Las redes sociales hacen un efecto llamada. Es difícil controlar todo el litoral y evitar esta peligrosa práctica. En el Moraig, en el Poble Nou de Benitatxell, todos los veranos se multa a bañistas que incumplen la prohibición de lanzarse desde los acantilados.