Dénia salpica el verano de historia. Esta tarde, a las 20 horas, arranca en el Museu de la Mar un nuevo ciclo que «bucea» en el pasado de la ciudad. Se titula «Esguits d'Història». La primera ponencia desvelará los hallazgos de una nave romana que provenía del golfo de Nápoles y que se fue a pique cuando estaba a punto de arribar a su destino, a Dénia. El barco, que transportaba ánforas de vino y cerámica de mesa, pertenece a la época tardorepublicana.

El director del Museo Arqueológico de Dénia, Josep A. Gisbert, explicará que en los últimos dos años el museo ha ingresado «un conjunto fabuloso» de unas cien piezas de cerámicas campanienses de barniz negro datadas entre el 80 y el 70 a. C.

Gisbert inició en el año 1981 un inventario de ánforas de colecciones privadas de Dénia. Catalogó más de 200. Y una decena pertenecían a un barco romano hundido en lo que ahora es la escollera norte del puerto. Llevaban sello. Procedían de los alfares de la Campania. Pero no ha sido hasta hace un par de años cuando en los fondos del museo se han ido depositando cerámicas que eran la carga secundaria de esa misma nave (por la cantidad de hallazgos, podrían ser dos barcos romanos los que naufragaron). Esas piezas se están estudiando ahora.

«Esguits d'Història» arranca con fuerza. La ponencia del próximo jueves repasará los barcos de guerra hundidos en la costa de Dénia. La costa dianense es un inmenso yacimiento arqueológico.

Las conferencias, que son ágiles y no duran más de 30 minutos, también abordarán la importancia de la industria juguetera de Dénia. Algunas se realizarán en el Museu del Joguet. Una de las ponencias estará dedicada a Cayro, la fábrica de la familia Carrió Rovira que mantiene vida la gran tradición del juguete.