Alegres, por supuesto, pero, sobre todo, somnolientos. El primer tren que «pisa» la Marina Alta tras el cierre hace cuatro años de la línea de Calp a Dénia llegó ayer a Teulada a las 6.15 horas. Uno de los pasajeros grabó con su móvil el «momento histórico». La comarca recuperaba su centenario «trenet» (el viaje inaugural tuvo lugar el 11 de julio de 1915). Llevaba aislada ferroviariamente del mundo desde el 27 de julio de 2016, día que el consejo de administración de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) decidió suspender esta línea. La vía estaba deteriorada y los viaductos de hierro del Quisi y el Ferrandet mostraban una herrumbre alarmante.

A esa temprana hora, se subieron al primer convoy que estrenaba la nueva vía entre Calp y Teulada diez pasajeros. Habían llegado a Teulada desde Dénia en autobús. Se dirigían a Benidorm y Alicante. Seis viajaban solos. Los otros cuatro eran un matrimonio con dos niños que, nada más subir al vagón, se acurrucaron en los asientos y se quedaron dormidos.

El tren se desperezaba. «Los viajeros están contentos. Todo está funcionando muy bien. Ahora falta completar las obras hasta Dénia y abrir ese tramo». comentó Ernesto, el maquinista. Técnicos de FGV le acompañaban en la cabina.

Por la megafonía se escuchaba «tren con destino a Benidorm». También que es obligatorio llevar mascarilla. Los trenes llevan un dispensador de gel hidroalcohólico.

En las estaciones de Teulada y Benissa se ha tomado una medida provisional para que los pasajeros suban a los vagones sin dar un salto. Los andenes ya se han rebajado. Se han adaptado a los nuevos trenes duales (eléctricos y de gasoil) que deben incorporarse a esta línea. Son más bajos. De momento, siguen funcionando los convoyes de siempre. En los andenes se ha colocado una tarima elevada para facilitar la accesibilidad.

Los primeros pasajeros, adormilados, se frotaban los ojos. La Marina Alta se engancha al tren. La locomotora y los vagones pasaron de nuevo por los viaductos del Quisi y el Ferrandet. Sin prisa. La vía recorre la ladera de la Serra d'Oltà. Se adentra en una geografía sinuosa. Al fondo, se dibuja el Penyal d'Ifac. Los primeros viajeros vieron salir el sol. Nueva era para el tren.