Que detrás de la cadena de incendios que está sufriendo la Marina Alta en los últimos días esté un incendiario ya es más que una sospecha. Los mandos que ayer dirigían las labores de extinción del tercer fuego que golpea el paraje de la Rana de Gata de Gorgos desde el sábado no se atrevían a asegurar que un pirómano estuviera prendiendo fuego aquí y allá. Dejaban claro que los investigadores ya determinarán si esta retahíla de incendios es intencionada. Pero sí afirmaban que es «raro» y que les escama que en cuatro días se produzcan tres fuegos, separados varios metros unos de otros, en esta zona de Gata.

Además, sobre las 20 horas de ayer, se declaró otro fuego en el montaña litoral protegida de la Granadella de Xàbia, devastada por las llamas en septiembre de 2016 (ardieron 812 hectáreas). Quedó en un conato. Pero el susto fue mayúsculo. El fuego se originó junto a la carretera que baja a la cala. Protección Civil, bomberos, Policía Local y Guardia Civil lo apagaron a todo correr.

Con los dos fuegos de ayer, la Marina Alta lleva en cuatro días 9 incendios. Se busca al incendiario.

El primer siniestro de esta cadena, el del sábado en la Rana, comenzó en la cuneta de la carretera de Xàbia a Gata. Pero los del domingo y el de ayer, sin estar lejos de este vial, ya se originaron más adentro, en puntos donde la vegetación es muy espesa. El fuego de ayer, que no obligó a realizar desalojos, cogió en seguida fuerza. Arrasó cañaveral y bancales de cultivo abandonados y cubiertos de maleza.

El siniestro del sábado fue el que causó más daños medioambientales. Arrasó la vegetación fluvial de este paraje y dejó muy tocado el eucalipto monumental y centenario que en 1915 plantó el doctor Moratal, que luego fue alcalde de Gata. Los biólogos deben examinar el impacto que las llamas tuvieron en este gran árbol de 30 metros de altura. Las ramas están chamuscadas y el fuego se metió en el tronco. De ahí que los bomberos, con una grúa proporcionada por el ayuntamiento, refrescaran desde lo alto el árbol y trataran de que el agua entrara en su interior como savia sanadora.

El incendio de ayer comenzó pasadas las 13.30 horas. Los bomberos del consorcio de Alicante y forestales lucharon contra las llamas, muy caprichosas, ya que el cañaveral y los tupidos matorrales entraban en combustión en un instante. Desde el aire, un avión y un helicóptero realizaban continuas descargas. La humareda, por la espesa vegetación, era muy densa. La Policía Local de Xàbia y Gata, la Guardia Civil y Protección Civil regularon el tráfico en la CV-734 y cortaron el carril en sentido de Gata a Xàbia.

Este siniestro comenzó cuando todavía no se habían dado por extinguidos (sí estaban controlados y sin llama) los que el lunes se declararon en la Vall de la Laguar y en la partida de Els Benimadrocs de Xàbia. Este último está próximo al de Gata. De hecho, la Rana y la pinada calcinada en Els Benimadrocs (ardieron dos hectáreas) se hallan en el valle del Montgó.

El incendio de ayer en Gata de Gorgos, que a media tarde ya se dio por controlado, es el octavo que se desata en la Marina Alta desde el pasado sábado. Estos siniestros se unen a los del segundo fin de semana de agosto, que sí que fueron devastadores. En la Vall de Gallinera, el fuego carbonizó 158 hectáreas de gran valor natural y, en Castell de Castells, 16.

Como ya avanzó este diario la Agencia Valenciana de Seguridad y Emergencias está muy preocupada por la sucesión de incendios en la Marina Alta. Ha pedido al Seprona de la Guardia Civil que extreme la vigilancia para tratar de sorprender al supuesto incendiario. Ahora ya está claro que uno de los puntos de la comarca que no hay que perder de vista es el paraje de la Rana. Tres fuegos en cuatro días e iniciados cada uno separado varios metros del otro (es poco plausible que se trate de rescoldos avivados) dan fuerza a las sospechas de que un incendiario está jugando con fuego.