La alcaldesa de Calp, Ana Sala, del PP, calificó ayer de «injusto» que con las nuevas restricciones adoptadas por la conselleria de Sanidad para frenar el avance del coronavirus bares de copas que tienen terraza y mesas separadas por metro y medio tengan que cerrar «a cal y canto» durante tres semanas. «Durante estos 21 días no van a poder hacer ni un céntimo de caja. Aquí tenemos locales con licencia de pub o de bar de categoría especial que abren a las 18 horas y que tienen el horario de cierre fijado a las 4 de la madrugada. Se les podía dejar trabajar en las mismas condiciones que otros negocios de hostelería y que cierren a la una», explicó la munícipe, que afirmó que le ha llegado la petición del sector de poder ajustarse en horario y distancias de seguridad a lo mismo que se exige a los bares y restaurantes.

«Personalmente sí creo que es injusto que no se valore de forma específica cada sector y negocio. Un bar o un restaurante sí puede servir un gin-tonic o una copa hasta la una de la madrugada. Pero un establecimiento que se dedica solo a dar copas va a estar cerrado y sin hacer ni un céntimo de caja durante tres semanas», advirtió.

Ana Sala pidió a la conselleria que «reflexione» sobre la especificidad de cada negocio. «No obstante, las medidas que se han tomado me parecen prudentes y adecuadas. Pero se está haciendo daño a un sector que siempre está en el punto de mira por el posible ruido y las molestias. No cuesta nada escucharles y estudiar los casos concretos. Debemos paliar al máximo el daño que puede sufrir un sector que está muy relacionado con el turismo», sostuvo.

«La hostelería y el comercio han sufrido mucho. No podemos hurgar todavía más en la herida», dijo.