La tranquilidad que este verano reinaba en las playas de Xàbia (ha habido muy pocos incidentes) se rompió ayer de golpe y porrazo. Un chico de 16 años sufrió un fuerte golpe en la espalda al saltar al mar desde el acantilado de la costa del Tangó. El impacto fue contra el agua. Había saltado desde una altura de 10 metros. El menor quedó muy dolorido. Acudieron los socorristas de la Cruz Roja de Xàbia en su embarcación de rescate. No es la primera vez que tienen que evacuar a un bañista que se da una buena costalada al lanzarse desde un acantilado. Estos saltos son una moda peligrosa y que va a más. Los socorristas inmovilizaron al chaval. Lo llevaron en la embarcación hasta el puerto, donde esperaba una ambulancia de la Cruz Roja para trasladarlo al hospital.

Los socorristas estaban realizando este primer rescate cuando se produjo otro en la cala de la Barraca. Una bañista de 73 años perdió el sentido cuando estaba dentro del agua. Quedó flotando boca abajo. Los socorristas vieron desde la orilla inmediatamente que la mujer se desplomaba. Se lanzaron al mar y la sacaron a toda prisa. La salvaron de morir ahogada. Ya en tierra le realizaron maniobras de reanimación. Incluso utilizaron el desfibrilador para recuperarle el pulso. En la playa, había dos médicos que estaban disfrutando de un día de asueto. Acudieron en seguida a atender a la mujer. Al mismo tiempo, llegó una patrulla de la Policía Local con un médico y una enfermera del centro de salud. Los facultativos administraron oxígeno a la bañista y lograron estabilizarla. También acudió un equipo médico del SAMU. La mujer estaba grave. La ambulancia del SAMU la trasladó al hospital de Dénia. Quedó inconsciente mientras tomaba el baño al hacerle un efecto adverso una medicación que está tomando.