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Reportaje

Diez butacas creadas en Gata que revolucionaron el diseño español

José Pons Pedro, que emigró a Argentina y allí aprendió a trenzar el mimbre, fundó hace cien años una empresa de muebles de exterior que ahora "viste" más de mil proyectos de interiorismo de todo el mundo

Diez butacas creadas en Gata que revolucionaron el diseño español

Gata de Gorgos es la cuna de la artesanía del mimbre. Pero hay un punto de partida. O mejor dicho: un «Point» de partida. En 1920, José Pons Pedro, un vecino nacido en 1910 y que con 14 años emigró a América, puso en marcha un taller de trenzado del mimbre. Este visionario se reveló en seguida como un genio del diseño. En Buenos Aires (Argentina), había aprendido a trenzar el mimbre. No fue de esos indianos que regresó a España riquísimo. Volvió con una idea entre ceja y ceja: crear muebles de mimbre. En 1928, ideó una butaca revolucionaria. Bautizó el modelo como «Alga». Cómoda, ligera y tremendamente resistente, la butaca se popularizó en Europa. Estaba en todos los balnearios.

Ahora se puede ver una de estas butacas Alga, adaptada en 1995 por Alfonso Gallego, en una exposición en la calle en Gata de Gorgos. Aquí están las diez butacas más populares de la empresa Point, que así se llama la evolución de ese taller que José Pons fundó hace ahora ya cien años.

Esta firma familiar (la tercera generación integra el consejo de dirección y la cuarta ya trabaja en la empresa) logró el pasado año el premio nacional de diseño. Point ha traspasado fronteras. «Viste» más de mil proyectos de interiorismo en todo el mundo.

El pionero se marchó a Argentina (aquellos años eran de terrible penuria en la Marina Alta, arruinada por la plaga de filoxera que acabó con las viñas de moscatel). Su empresa triunfa en el mercado internacional. Está visto que los emprendedores de principios del siglo XX ya vislumbraban que el futuro era la globalización.

La muestra que ahora se puede ver en la calle en Gata (coincide con Art al Vent) es sencilla, pero trasluce la mano que tenía para el diseño José Pons.

Otra creación suya, la butaca Aitana (es de 1931), también sigue siendo tremendamente moderna. El mimbre es un material dúctil y que permite trenzados artísticos. Incluso se ve en estas butacas una preocupación ergonómica.

La exposición incide también en la vertiente sostenible de Point. La madera que emplea la empresa en sus muebles proviene de talas controladas. Recicla el cien por cien del cartón, el plástico y la espuma. Sus instalaciones cuentan con placas solares que producen al año 371.000 kilovatios de energía fotovoltaica y limpia.

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