La cala del Moraig, uno de los lugares con más tirón de la Marina Alta, cierra el próximo 31 de agosto, último día que la playa estará abierta a los bañistas, una temporada turística de experimentos resueltos con éxito. La cala se ha liberado de coches y de masificación. El sistema de reserva previa ha permitido que se cumpliera el aforo (400 personas) y la distancia de seguridad.

Costas retomará en septiembre los trabajos para "renaturalizar" la cala. Van más allá de reparar el destrozo, aquí enorme, que dejó el temporal Gloria. El objetivo es borrar actuaciones poco afortunadas. La cala se sacude el hormigón. Será más natural y auténtica.

El equipo de gobierno ha destacado que el sistema de acceso con reserva previa a la cala ha reforzado la seguridad de los bañistas en un verano marcado por el coronavirus. "Gracias a la App de reserva, pero sobre todo al personal que ha estado controlando el acceso y prestando servicio de apoyo en el parking del 'tallat' (personal municipal, vigilantes privados contratados por el ayuntamiento, auxiliares de playas de la Generalitat, Policía Local, socorristas de SVS y Protección Civil), hemos podido sobrellevar esta situación sin ninguna incidencia y con total eficacia", ha señalado el concejal de Turismo, Víctor Bisquert.

El ayuntamiento ha instalado este año un punto de información turística en el punto en el que los bañistas aparcaban sus coches y accedían a pie al Moraig y a la calas de Els Testos y Llebeig. También ha colocado cartelería que advertía de que la senda que baja a Testos es peligrosa.