Aulas con ratios reducidas, mascarillas, toma de temperatura, alfombrillas para desinfectarse los pies, lavado de manos con geles hidroalcohólicos, entradas escalonadas.... Los alumnos de la Marina Alta han encontrado hoy sus coles muy cambiados. Pero lo que no ha variado ni un ápice ha sido la felicidad de recuperar la normalidad escolar y de reencontrarse con los compañeros. Debajo de las mascarillas se adivinaba la sonrisa de los niños y niñas que tras 6 meses han vuelto hoy a las aulas.

Además, los maestros se están esforzando a tope para que en el regreso a las aulas reine la alegría de la educación. La enseñanza es una actividad de felicidad y socialización. Y hoy en los colegios de la comarca se están viviendo momentos de emoción y esperanza. Se están cumpliendo los protocolos sin problemas. No hay aglomeraciones en las entradas a las escuelas. Las familias y los alumnos están concienciados y cumplen las nuevas normas de seguridad. Los profesores con los que ha hablado esta mañana este diario están satisfechos de cómo está discurriendo la vuelta al cole.

Los colegios se han adaptado a la "nueva normalidad". Los profesores y los equipos directivos han trabajado mucho y han demostrado imaginación para enfrentarse a las nuevas circunstancias. Esta mañana han cobrado vida las aulas sin paredes que ha creado el colegio Port de Xàbia (en la imagen). Los alumnos han estrenado las mesas de pícnic transformadas en pupitres escolares. Dar clase al aire libre es toda una experiencia. La enseñanza coge aire.