Los tres jóvenes acababan de llegar a la cala de la Llobella de Benissa y escucharon gritar a una niña. «Lloraba y pedía auxilio desesperada. Se veía que tenía mucho miedo. Pedía ayuda porque su tía se ahogaba», relata Juan Pablo Flórez, de 24 años, quien junto a sus amigos Kevin Marín, de 22, y Osama Oumani, de 21, se lanzaron al agua sin pensárselo dos veces. La niña, de 11 años, se mantenía a flote agarrada a las piedras. Su tía luchaba contra la corriente. Estaba exhausta. «Se notaba que había nadado mucho y que estaba agotada, desfallecida», explicó Juan Pablo. «Cuando llegamos a ella, estaba inconsciente. Mientras Osama y yo la llevábamos a tierra, vomitó. Había tragado mucha agua».

El heroico rescate ocurrió el sábado por la tarde. El mar estaba ese día muy revuelto. Los tres jóvenes aparcaron el coche en la cala Pinets y caminaron hasta la Llobella. No tenían previsto tomar el baño en esta cala. Pero improvisaron. El azar, providencial azar, los llevó a un recoleto tramo litoral en el que una niña y su tía, de 11 y 35 años, se dejaban sus últimas fuerzas intentando alcanzar la costa. El fuerte oleaje las zarandeaba y las arrastraba mar adentro. La niña logró asirse a las rocas. La tía ya estaba a merced de las corrientes. El mar se la tragaba.

«Nada más llegar escuchamos a la niña pedir socorro. La casualidad nos llevó hasta allí. Kevin sacó a la menor, que estaba muy asustada, creía que su tía se moría. Osama y yo nadamos hasta la mujer y la sacamos a tierra con gran dificultad», rememoró Juan Pablo.

La decisión con la que los chavales se lanzaron al agua fue clave para salvar la vida de las dos bañistas. El mar no estaba el sábado para bromas. «Nosotros tres conocemos esta costa y no era un buen día para nadar. Aquí te agotas muy rápido porque las corrientes son fuertes. Además, el mar te puede lanzar contra las rocas. Nosotros nos asustamos también mucho cuando las vimos que estaban en apuros dentro del agua. Reaccionamos todo lo rápido que pudimos», señaló Kevin.

Inmediatamente, alertados por el 112, llegaron también los socorrista de SVS, que se encargan de la vigilancia de la playa de la Fustera. Arribaron con una embarcación. La socorrista se lanzó al agua y alcanzó la orilla, a donde los jóvenes habían sacado a la mujer, que presentaba síntomas de ahogamiento. La socorrista se cercioró de que respiraba y de que tenía pulso. La niña no sufrió heridas.

Esta costa es muy agreste y el rescate fue complicado. Se hizo por tierra. Participaron los bomberos, la Guardia Civil y la Policía Local de Benissa. Llevaron en camilla a la bañista hasta una ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB), que la trasladó al hospital de Dénia.