La memoria histórica ha perdido a uno de sus grandes defensores. Ha fallecido en Pego a los 87 años de edad Ximo Sala, quien no faltó ni a uno solo de los homenajes que se tributa cada año a los 52 republicanos de la Marina Alta fusilados por el franquismo entre el 6 de octubre y diciembre de 1939 en el paredón del cementerio de Dénia. Su padre fue uno de los ejecutados. En el último homenaje, leyó la carta que su progenitor logró entregar a su hermana Consuelo. "Cuida de mi mujer y de mis hijos. Por ellos siento morir", escribió su padre. Ximo Sala también dijo entonces que "ojalá algún día podamos hacer las pruebas de ADN y recuperar de la fosa común los restos de nuestros padres". "Yo no sé si ya lo veré", advirtió. Siempre acudía a este acto con otro vecino de Pego de su misma edad, Fernando Oltra, cuyo padre también murió fusilado.

Ximo Sala era un histórico militante de la agrupación socialista de Pego. Testigo de la terrible represión de la dictadura, sus palabras en los actos de la memoria histórica llegaban al alma. Recordaba lo duro que fue para su familia sobrevivir en aquellos años. El régimen los marginaba. Ximo fue un luchador inquebrantable y un defensor de los ideales republicanos. Ha mantenido vivo el recuerdo de su padre y de todos los fusilados por el franquismo en ese paredón de Dénia en el que se ven los agujeros de los balazos.

El PSPV de Pego ha lamentado la pérdida de una persona tan esencial en la lucha contra las injusticias y el olvido. El próximo mes de noviembre, cuando se rinda homenaje a las víctimas del franquismo, se le echará muchísimo de menos.