La cala dels Testos del Poble Nou de Benitatxell tiene cuerda para rato. Los bañistas apuran el verano. Este litoral está de moda. El pasado fin de semana volvieron a formarse colas en la peligrosa senda de acceso, que discurre por un estrecho y abrupto barranco. Había atasco de turistas en los tres tramos de paredes verticales de entre tres y cinco metros. Sin las cuerdas que hay clavadas en la roca, sería una locura bajar a la cala. Pero, con cuerdas y todo, es un riesgo descolgarse y más cuando los bañistas van cargados con neveras, sombrillas y hamacas. Y pocos van ligeros de equipaje. El turista tipo de la cala dels Testos es el que más se ha dejado ver este verano en las calas de la Marina Alta: chavales jóvenes que llegan desde València y Alicante a pasar el día en el litoral de acantilados y recodos «secretos» de la comarca.

Ahora que la cala del Moraig, también de Benitatxell, está cerrada dado que Costas ha retomado las obras para reparar los daños del temporal Gloria, los bañistas tiran para Testos. El ayuntamiento ya colocó este verano un cartel que advertía de que la senda es peligrosa. Pero los turistas que desconocen la dificultad del acceso bajan a ver qué se encuentran. Los que tienen vértigo o las familias con niños pequeños vuelven cuando se topan con la primera pared que hay que descender con cuerdas. A la altura, se une el apuro de que estas rocas de barranco resbalan como un demonio. En la mañana del domingo, en estos tramos de cuerda había atasco.

Los bañistas se organizaron espontáneamente. Uno bajaba y, a continuación, otro, de grupos que habían ido a la cala temprano, escalaba. Hay tapón, claro está. Y los turistas se agolpan abajo y arriba de estos cortados. Más de un bañista, mientras hacía cola, anticipaba lo que más pronto que tarde va a ocurrir en esta cala: «aquí también limitarán el acceso». Se ha hecho en el Moraig y ha funcionado a las mil maravillas.