Incluso en días como los de este fin de semana, cuando el mar es una balsa de aceite, no hay que fiarse. El mar engaña. Y agota. Dos turistas francesas alquilaron ayer un kayak en Moraira. Empezaron a remar. Ciñeron el Cap d'Or y siguieron por el litoral de acantilados que se extiende hasta la cala de Llebeig. No midieron bien su capacidad de resistencia. Se agotaron y ya no podían volver.

Los responsables de la empresa de alquiler de kayaks, al pasarse la hora del regreso de estas dos clientas, temieron que se hubieran perdido. Se inició de inmediato la operación de búsqueda y rescate. Los rescatadores de la embarcación de SVS Cap d'Or, que se encarga de la seguridad en el litoral de Teulada-Moraira, divisaron a las dos mujeres en una zona de rocas. Pedían auxilio. Los rescatadores llegaron hasta ellas y las subieron en la embarcación. Ataron el kayak y lo remolcaron. Las turistas no habían sufrido heridas. Estaban, eso sí, muy fatigadas. Respiraron cuando ya se vieron a salvo.