«Lo sacamos del foso del depósito de gas y estaba inconsciente y sin pulso. Avisamos al 112 y empecé a hacerle el masaje cardiaco». Eusebio Delegido, que es jardinero, se hallaba el miércoles trabajando en el chalé de la calle Ceres, cerca de la playa de la Marineta Cassiana de Dénia, donde un trabajador de 41 años se intoxicó al inhalar gas y sufrió un paro cardiaco. «No respondía. Por suerte, tengo nociones de primeros auxilios y sé hacer la reanimación cardiopulmonar», explicó el jardinero, que empezó a realizarle al operario del gas el masaje cardiaco y no paró hasta que llegó la ambulancia del SAMU. «Una doctora del CICU me daba indicaciones por teléfono sobre el número de compresiones y también nos decía lo que faltaba para que llegara el equipo médico del SAMU». «La verdad es que los sanitarios llegaron muy rápido. En diez o doce minutos, ya estaban allí.

Y ellos son los auténticos héroes. Le salvaron la vida», subraya Eusebio. «Lo único que yo hice fue intentar que la sangre siguiera bombeando. Pero quienes lo salvaron fueron los profesionales del SAMU». El equipo médico le practicó al accidentado la reanimación cardiopulmonar avanzada y logró recuperarle las constantes vitales y sacarlo del paro cardiaco. Lo trasladó al hospital en estado crítico. Durante las primeras horas, permaneció en coma inducido. Eusebio, que estaba con un jardinero que tiene empleado y con el operario del gas compañero del que se intoxicó, afirma que los primeros auxilios deberían enseñarse en las escuelas. «Ayudan a salvar vidas».