Las lluvias torrenciales han reabierto viejas heridas en Xàbia. El barranco de la Granadella ha experimentado esta noche una fuerte y rápida crecida. La fuerza del agua ha erosionado con fuerza la cala. El torrente tiene que abrirse paso. No es la primera vez que ocurre. Y en otras ocasiones el estropicio ha sido mucho mayor. La playa de cantos rodados está más elevada que el cauce, que recupera a las bravas su desembocadura cuando se produce un chaparrón como el de esta noche.

Otro punto crítico es la Caleta del Port. Esta noche un tramo de muro no ha soportado el peso de la tierra mojada y se ha desmoronado. El desprendimientos se ha llevado por delante la red de acero que ciñe este cortado de la zona portuaria de Xàbia. Tampoco es un problema nuevo. Este enorme muro, sobre el que se asienta una calle que da acceso a los chalés de la Caleta del Port, ha sufrido en otros episodios de lluvias torrenciales importantes desprendimientos. En octubre de 2009, el derrumbe fue tan grave que durante meses la calle estuvo cortada. Se sacaron suspendidos en el aire con una enorme grúa las decenas de coches que quedaron atrapados en las parcelas y garajes de los chalés.

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Durante toda esta mañana, los servicios de limpieza se están afanando en retirar la tierra y piedras que el agua ha arrastrado a las calles de Dénia y Xàbia.

El muro desprendido en la Caleta del Port de Xàbia A. P. F.