Una sorpresa mayúscula. Una foca gris (Halichoerus grypus) se ha colado esta mañana en el puerto de Altea. El animal lleva un pedazo de red de pesca enredado en el cuello. Pertenece a una especie que habita en el Atlántico norte. La foca del Mediterráneo es la foca monje. Quienes esta mañana han acudido a este puerto se han quedado fascinados al observar a un mamífero marino que no se deja ver en estas aguas de Alicante. Avistar una foca gris sería algo totalmente inaudito. Que entre en un puerto ya escapa a toda lógica. El animal está desorientado. Puede que la red que lleva enredada le haya causado también heridas. Los expertos han observado que tiene dificultades para respirar. Este ejemplar se había avistado antes en aguas de Portugal.

Los ecologistas, la Guardia Civil y ahora investigadores del Oceanogràfic de València están intentando capturar al animal. Se le quiere liberar de la red que le aprisiona el cuello. Se le trasladará luego al centro de recuperación de animales del Saler.

Los investigadores quieren atrapar al animal para quitarle la red que le dificulta respirar Levante-EMV

Ecologistes en Acció de la Marina Alta ha insistido hoy en que deben crearse en la costa de la Marina Alta y la Marina Baixa más áreas protegidas y de restricción total de la pesca. En la primera comarca, con un litoral extensísimo, sólo hay 1,1 kilómetros cuadrados en los que están prohibido calar redes de pesca. En la Marina Baixa, con espacios protegidos como Serra Gelada o el Morro de Toix, la superficie es de casi 5 km2, también insuficiente.

Las redes suponen en espacios costeros de gran riqueza de fauna un peligro. Pueden engancharse delfines, tortugas, peces luna o cormoranes moñudos.