Gorgui Lamine Sow sabe que la mayor heroicidad es salir adelante cada día. La pasada semana este diario recuperó la historia de este joven inmigrante senegalés que escaló por la fachada de una casa de Dénia y rescató de las llamas al vecino que estaba dentro atrapado, Álex Caudeli. Ha pasado un año. El héroe de Dénia, como se conoce a Gorgui, que ahora tiene 22 años, consiguió primero regularizar su situación en España (cuando se jugó la vida no tenía papeles). Luego el Gobierno le dio la nacionalidad española. Y el pasado 1 de noviembre nació en el hospital de Gandia su segunda hija, Astoumbene. Pero el joven sigue sin encontrar un trabajo. También advertía de que necesitaba sacarse el carné de conducir. «Pero es muy caro», precisaba.

Natalia, una vecina de El Camp de Morvedre, leyó el reportaje de Levante-EMV. Decidió ayudar a Gorgui. Le llamó y le dijo que buscara una autoescuela. El joven, su compañera Gana y las dos hijas de ambos, Ndeye, que tiene un año y seis meses, y la recién nacida, viven ahora en un piso de alquiler del barrio de la Torre de València. Gorgui se dirigió a una autoescuela próximo a su domicilio y desde allí telefoneó a Natalia. Ésta le dijo al responsable del negocio que asumía el coste de las clases y los trámites del carné de conducir. «Gorgui me dijo que estudiaría mucho para sacarse el carné lo más pronto posible y que me costara poco», explicó ayer esta vecina de El Camp de Morvedre. «Lo que él hizo tiene un mérito increíble. La mayoría de nosotros hubiéramos pasado de largo. Además, nosotros tenemos la nacionalidad simplemente porque hemos nacido aquí. Él se la ha ganado. Se juego el tipo para salvar a un desconocido».

Natalia también ha puesto en marcha entre sus amigos y compañeros de trabajo en las Escuelas de Idiomas una campaña para ayudar a esta joven familia a pagar el alquiler. El piso les cuesta 550 euros al mes. Gorgui, que manifestó a este diario su gran alegría por el gesto solidario de Natalia, necesita un trabajo para abonar el alquiler. La venta ambulante de artesanía no le da para que los cuatro subsistan.

La vecina de El Camp de Morvedre también se ha interesado por los trámites que ha realizado la familia para lograr la renta básica de inclusión. La han pedido, pero no les llega. Los papeleos son complicados. «También miraré si para el curso que viene Gorgui y Gana pueden matricularse en la Escuela de Idiomas en un curso de español», avanza Natalia.