La foca gris (Halichoerus grypus) que el día 10 de diciembre entró en el puerto deportivo de Altea y que luego se dejó ver en las calas de la Barraca, en Xàbia, y de Llebeig, del Poble Nou de Benitatxell y Teulada-Moraira, ha aparecido hoy muerta en Ibiza, en concreto en la zona sudoeste de la isla, en la costa de la Punta de Porroig y de la Punta des Jondal. Este pinnípedo, cuyo hábitat natural es el Atlántico norte, ya se mostró aletargado y enfermo durante su periplo por la Marina.

Era extraordinario que este animal se hubiese adentrado en aguas que son totalmente extrañas para su especie, las del Mediterráneo. Pero lo que ya no era tan sorprendente, dado que está ocurriendo con preocupante frecuencia, es que estuviera herido a consecuencia de la basura marina. Llevaba enredada en el cuello una especie de "soga" formada, probablemente, por una red. Le oprimía, le había provocado una herida muy fea y, al dificultarle la respiración, le arrebataba las fuerzas. Además, presenta un sedal de nailon que le sale de la boca, por lo que es probable que se tragara un anzuelo.

Los veterinarios de la Fundación Oceanogràfic lograron el lunes 14 de diciembre inyectarle con una cerbatana un antibiótico. Entonces esta foca gris se hallaba en la cala de la Barraca y en las aguas del Portitxol de Xàbia. El pinnípedo no se dejó, eso sí, capturar. Ni siquiera en el puerto de Altea los expertos lograron atraparla. Era básico para curarla y retirarle esa basura marina que la estrangulaba poco a poco.

Biólogos de Ibiza han avisado hoy a Ecologistes en Acció de la Marina Alta del triste final de la foca gris. Los voluntarios de esta asociación habían hecho un seguimiento del animal. Insistían en que no se le debía molestar y en que quien lo avistara debía avisar de inmediato al 112. También han denunciado de forma reiterada que hay redes de pesca furtivas y "fantasma" (abandonadas). Y conciencian sobre la amenaza que para los ecosistemas marinos supone la proliferación de basura en la costa y el mar.

Ahora se le realizará a la foca gris una necropsia para saber exactamente por qué había enfermado y las razones exactas de su muerte. También se podrá entender un poco mejor por qué abandonó sus aguas habituales y exploró un habitat que le es totalmente ajeno, el Mediterráneo.

Esta foca gris también fue vista en una granja de atunes del Algarve (Portugal) y en un pantalán de un puerto de Gibraltar. El siguiente avistamiento ya fue en Altea.